Abrí
los ojos poco a poco. Una tenue luz entraba por las rendijas de la persiana,
que permanecían cerradas desde anoche.
Suspiré
y acaricié la mano de Mikel, que reposaba en mi cintura.
Sonreí,
lo había hecho con Mikel, aun ni me lo creía. Fue todo especial, mágico… no hay
palabras para describir lo que siento.
Hice
ademán de levantarme, pero caí de bruces a la cama por culpa de una fuerza en
mi vientre.
-
¡Mikel!
– reí mientras le miraba como podía - ¡No seas tonto!
El
sonrió y me dio un beso dulce en los labios.
-
¿Cómo
te encuentras? – me miró a los ojos.
-
Mejor
que nunca
Me
tiré encima de el y le besé, contenta. Me siguió el beso mientras sonreía.
Los
dos estábamos desnudos, ya que la noche anterior dejamos la ropa en el jacuzzi.
Seguimos
besándonos y tocándonos. Al menos yo no podía parar de tocar a Mikel. La noche
anterior estaba muy nerviosa y apenas le hice nada, pero esta vez… es
diferente.
-
Te
emocionas mucho, pequeña – rió excitado.
-
Cállate…
Otra
vez nos volvimos a besar. Las manos de Mikel recorrían todo mi cuerpo, al igual
que las mías en el suyo.
Noté
algo abultado y sonreí. Sé perfectamente que es lo que notaba.
-
¡Chicos!
Abrimos
mucho los ojos. Nos separamos al momento sin saber que hacer.
-
¡Espera!
– gritó Mikel. Me miró – escóndete, corre
-
¿Dónde?
-
En…
en el armario
Me
levanté de la cama y me escondí justo allí. Cerré la puerta, pero dejando una
pequeño rendija para observar.
-
Ya
puedes pasar… - dijo Mikel tapándose de la cabeza a los pies.
Fue
Elena la que entró. Al ver a Mikel en ese estado empezó a reír.
-
¿Pero
que haces así?
-
Nada…
como tenía calor decidí dormir de esta manera…
Rió
mucha más y al momento mira a los lados.
-
¿Y
Alicia?
-
No
se, yo volví solo de la fiesta
Se
aguantó una sonrisa y miro justo al armario. No me moví, por si las moscas.
-
Ya,
claro… si no queríais que nos enterásemos de lo vuestro, no deberíais haber
dejado la ropa tirada en el jacuzzi.
Mikel
se mordió el labio y miró al suelo un poco avergonzado.
-
Alicia,
tu deberías sacar al menos la cabeza del armario o te dará algo malo
Haciendo
caso, saque solo la cabeza. Estaba muerta de vergüenza por la pillada.
-
Tened
Nos
tiró la ropa al suelo.
-
Cuando
queráis, bajáis a desayunar
Cerró
la puerta con un golpe seco. Salí poco a poco.
Empecé
a reír, y al segundo, Mikel hizo lo mismo.
Me
acerqué a el y nos abrazamos cariñosamente. Le di un beso pequeño.
-
¿Nos
duchamos y ahora bajamos? – susurró Mikel aun besándome.
-
¿Los
dos en la ducha?
-
Claro
que si
Sonreí
y le cogí de la mano para ir juntos al baño. Por suerte, la habitación tenía su
propio baño, por lo que no hacía falta salir al pasillo.
Entramos
y cerramos la puerta. Nos miramos, seguíamos desnudos.
Nos
metimos en la ducha e inmediatamente salió agua de ella.
-
Estás
preciosa… - dijo Mikel con dulzura, acercándome a el.
-
¿Solo
cuando estoy desnuda?
-
No,
siempre
Nos
fundimos en un beso largo e intenso. Hacíamos de todo menos ducharnos.
-
Ten
cuidado, Mikelino – reí – que no has traído condones
-
Mierda…
Reí
en sus labios. El me mordió los míos.
* * *
Al
salir de la ducha, nos vestimos y dirigimos rápidamente a la cocina, donde allí
seguían nuestros amigos.
Nos
dirigieron miradas, pero no dijeron nada. Simplemente nos observaban.
-
Buenos
días – dije con tranquilidad.
-
¿Y
esas caras? – preguntó Mikel confundido.
De
repente, todos se levantaron gritando ‘’Nueva pareja’’.
Reímos
y nos miramos. Están locos, pero les queremos mucho.
-
¡Ya
hay dos parejas aquí! – celebró Karen entusiasmada.
-
¿Dos?
– preguntamos yo y Mikel a la vez.
Siguenteee porfaa:)
ResponderEliminarSIGUELOOOOOOO
ResponderEliminarsube mas plis
ResponderEliminarSigue por fa, que me he enganchado a esta novela y a la otra que tienes <3
ResponderEliminarAcabo de subir ^^
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