miércoles, 24 de julio de 2013

Capítulo 23

Asqueroso lunes, te odio. ¡¿Cuándo llegará Junio?! ¡¿Cuándo?!

Era Mayo, pero ya estaba harta de tanto Instituto. Por suerte, sobre primero de Junio ya acabábamos los de Bachiller.

No llegaba tarde a clase pero aun así me ponía de mal humor tener que levantarme temprano cuándo podría quedarme tres horas más durmiendo.

Solo le veía un lado positivo a esto…

-          Hola tonta

Unas manos me taparon los ojos, pero reconocí su voz y aroma al instante. Sonreí, como si fuera muy inocente.

-          ¿Quién eres? – reí.
-          Bien que lo sabes…
-          No, que va, no lo sé

Me giró para quedar frente a el, aun con los ojos tapados.
Se fue acercando, lo notaba. Sonreí un poco, pero le iba a cortar todo el royo.

-          ¿No teníamos que llevar en secreto lo nuestro?

Paró de acercarse. Se le veía un poco frustrado.
Quitó sus manos de mis ojos, dejándome ver. Lo primero que pude ver fue su rostro, perfecto como siempre. Pero parecía un poco arrepentido.

-          Perdona, casi lo hecho todo a perder…
-          No seas tonto, amor

Le abracé con fuerza.

-          Entonces, si preguntan somos…
-          Amigos
-          ¿Con derecho a roce?

Reí la broma y con disimulo le di un pequeño beso en los labios.

-          No, solo amigos
-          Pero en privado somos amigos con derecho a roce
-          Si tú quieres…

Sonreí y me separé un poco. Sin darnos cuenta nos habíamos quedado en una posición algo sospechosa para ser ‘’amigos’’.

-          ¿Vamos a clase? – dije con energía.
-          Que ganas tienes…
-          Si, no veas, ¡muchísimas!

Lo dijo con el mayor sarcasmo posible. Que se notase.
Andamos a un ritmo normal, sin prisas. Era temprano, puesto que aún no había tocado ni la alarma.

En el pasillo de la clase ya había bastante gente. Mis amigas también estaban y al verme saludaron con alegría. Aunque claro, también estaba Albert.

Al verme, sonrió esperanzado, probablemente creería que el tío de la otra vez me había matado, violado o saber que más…
Luego vio a Mikel y se le cambió la cara. Que se joda.

-          Albert te mira… - murmuró Mikel.
-          Que mire todo lo que quiera, no recobrará mi amistad.
-          Como te haga algo me lo cargo…
-          Tranquilo Mikel

Le acaricié con ternura la mejilla y me dispuse a darle un beso. Pero cambié de opinión, eso no podía ser. Aun debo aprender a controlarme.

-          Voy con mis amigas

Le saqué la lengua y le dejé allí para que también fuese con sus amigos.

-          Por casualidad ¿Hay algo que quieras contarnos? – dijo Erica mirando a Mikel de reojo.
-          No, ¿por qué?
-          Estáis muy cariñosos…
-          ¿Quiénes?
-          ¡Tu y Mikel – saltó Marta.
-          Que va, solo volvemos a ser amigos de nuevo.
-          Ya, claro
-          De verdad, no somos nada más
-          Alicia, cuando le acariciaste la mejilla le ibas a besar pero retrocediste.
-          Imaginación tuya… ¿cambiamos de tema?

Las dos se miraron. Se encogieron de hombros y decidieron no preguntar nada más.

-          ¿Hoy salís? – pregunté – pero me refiero por la noche.
-          Tía, que hoy es Lunes, mañana hay clases… - recordó Marta – en todo caso por la tarde.
-          Joder, bueno, quiero salir un rato.
-          Y nosotras, mira, quedamos y mejor ¿no? – comentó Erica.
-          Guay, veníos a las cuatro a mi casa – dijo Marta sonriendo.

* * *

-          Creo que no aprobaré ni recreo… - dijo Erica sin darle mucha importancia.
-          Pues estudia, no quiero que repitas bachiller

Acabábamos de salir al patio con una hora de antelación ya que el profesor de química había faltado a clase.

-          Te buscan…

Marta me dio un codazo y señaló con la cabeza que mirase al frente.
Suspiré, se acercaba Albert.

-          ¡Hola! – sonreía, como si hubiera pasado nada.
-          Hola – mi tono en cambio fue seco.
-          ¿Podemos hablar?
-          Claro… ahora vuelvo chicas

Me llevó un poco apartada de la gente, para poder hablar con tranquilidad.

-          ¿Y bien?
-          Lo siento
-          ¿Y qué más?
-          Joder, me puse muy nervioso… no sabía que hacer
-          Y lo primero que se te pasó por la cabeza fue entregarme a ese cabrón
-          Lo siento…
-          Ya, claro, siempre dices eso


Le lancé una mirada fría y me dispuse a irme, pero me agarró con fuerza.

2 comentarios:

  1. ¡Hola Ali! Siento no haberte comentado antes (el portatil no me dejaba) Pero vengo a decirte que esta es la mejor novela de internet que he leído nunca :3 Espero el próx con impaciencia :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja no pasa nada :3. Aish muchas gracias, pero eres muy exagerada, hay mucho más mejores que las mías u.u
      Mañana no sé si podré subir... espero poder el Viernes :')

      Eliminar