-
¡Funciona!
– exclamó Sergio aplaudiendo.
El
jacuzzi empezó a soltar burbujas y remover el agua.
-
Que
ganas de meterse… - murmuré mirándolo fijamente.
-
Bueno,
tranquilidad, que hoy toca fiesta – informó Elena con alegría.
Esta,
como una loca, se tiró a la espalda de Àlex y se montó en caballito.
-
¡Estás
loca, Elena!
Le
susurró algo en el oído y sonrieron. Tramaban algo, se les notaba.
Nos
le di importancia, aunque me moría de curiosidad. Quizás estaban de rollo… o
incluso saliendo juntos.
-
Alicia,
tenemos que comprar ropa para la fiesta – dijo Karen.
-
Hostias,
es verdad
Miré
a los chicos.
-
Luego
volvemos
Les
saqué la lengua y junto a mis dos amigas nos fuimos por el pueblo en busca de
nuestras tiendas favoritas.
-
¿Vamos
bershka? – pedí - ¡Por favor! ¡Por favor!
-
Bueno,
vale… ¡pero luego vamos a stradivarius!
Nos
dirigimos a Berhska. Me encanta esa tienda, prácticamente toda mi ropa es de
allí.
Miramos
las camisetas sin saber cuál comprar de entre todas.
-
¡¡Chicas!!
Elena
se hallaba delante de un vestido corto de color amarillo.
-
Lo
necesito…
-
Estás
loca – rió Karen mirando al vestido – se te verá medio culo con esto.
-
Mejor,
así se fija Àlex
La
dos abrimos muchos los ojos, mirando a Elena. ¿Había dicho eso?
Ella
sonrió y agarró el vestido dispuesta a comprarlo.
-
Está
loca… - murmuré hacia Karen.
-
Esos
dos tienen algo seguro
* * *
Por
fin nos habíamos comprado la ropa para la fiesta. Estaba deseando ir ya, me
mola toda estas cosas.
Al
vestirme, oí como Mikel, que estaba asomado en una de las puertas, me silbaba y
miraba de cuerpo entero.
Me
sonrojé y bajé las escaleras, donde allí me reuní con Àlex. Fumaba en el
balcón.
-
Hola
– saludó sonriente - ¿Quieres uno? – me ofreció un paquete de cigarrillos.
Puse
mala cara y lo aparté.
-
No
gracias, no me gustan
Tampoco
me gusta el olor del tabaco, pero necesitaba aire fresco para sobrevivir este
día.
-
Oye
Àlex… - empecé a decir no muy convencida.
-
¿Qué
pasa?
-
¿Tu
y Elena estáis saliendo?
Quedo
callado, y juraría que casi se le cae el cigarrillo por mi pregunta.
-
N-no…
¿Por qué?
-
No
se, parecéis tener mucha química y… lo pensé
-
Ya…
bueno, no hay nada entre nosotros
-
Perdona
si te he molestado, era curiosidad
Àlex
sonrió y sin previo avisa me cogió en brazos.
-
¡¡QUÉ
HACES ANIMAL!!
-
¡Me
aburro!
Me
llevo en brazos por toda la casa hasta que se encontró con Mikel.
Los
dos se miraron y empezaron a reír solos.
-
¡Toda
tuya!
Me
pasó a Mikel. Este me cogió a tiempo y me miró a los ojos, para luego darme un
beso muy dulce.
-
¡Aquí
la tienes, tete!
Ahora
me paso a Àlex, y este me dejó el suelo. Tambaleaba y era normal, siempre me
mareo cuando me hacen estas cosas.
-
Cabrones…
- murmuré poniéndome bien la falda – infantiles…
Ellos
reían en silencio. Según decían, me ponía muy mona al estar enfadada.
Sin
echarles caso me miré al espejo. Por suerte no me despeinaron.
-
¡Que
guapa!
Karen
bajaba a todas por la escalera. Iba guapísima, ya me la veía con cinco tíos en
la discoteca.
Elena
bajaba detrás, no parecía con muchas energías. Que extraño…
-
¿Estás
bien? – pregunté algo preocupada.
Karen
empezó a reír y Elena la fulminó con la mirada.
-
Estoy
perfecta – contestó. Su voz era algo extraña.
-
¡Le
aprieta mucho el vestido! ¡Eso le pasa por comprarse uno tan pegado! – saltó
Karen riendo a más no poder.
Yo
también empecé a reír. Nuestra amiga nos hizo el corte de manga y se fue hacia
Àlex, el cuál le recibió con una sonrisa de oreja a oreja.
-
Guapa
– dijo abrazándola con ternura.
-
Tu…
Parecían
una pareja de novios, son tan monos…
-
Deberíamos
irnos ya – comentó Mikel mirando la hora en el móvil – llegaremos tarde a este
ritmo.
Asentimos
y todos fuimos saliendo, dispuestos a disfrutar de la noche.
Una hora
después, ya en la fiesta
Es
una de las mejores fiestas en la que he estado. Había bastante gente y nos
estrujábamos a veces, todo hay que decirlo, pero por lo demás es perfecta.
Mikel
y yo decidimos no beber. Los dos normalmente nunca controlamos y podríamos
tener problemas, así que solo tomamos refrescos normales.
En
un momento dado, pillé a Elena y Àlex besándose apasionadamente. Sonreí, los
pillé en seco.
Karen,
como pensé anteriormente, estaba con Sergio, y los dos cada vez estaban mucho
más cerca.
Hoy,
esta noche, todos hemos triunfado.
Empezó
una canción con ritmo. Como es normal, Mikel se fue hacia a mi y me cogió para
bailar.
Sonreímos,
y como dos tontos seguíamos nuestro baile. No lo hacíamos mal, incluso se
podría decir que bailábamos bien.
Me
puse de espaldas hacia el. Me agarró de la cintura y nos quedamos así.
Moviéndonos, sintiéndonos cerca.
-
¡HOSTIA
LO SIENTO!
Una
chica sin darse me tiró un cubata encima, manchado la falda que llevaba.
-
De
verdad que lo siento, si hace falta te la pago
-
Tranquila,
no pasa nada…
-
Lo
siento mucho
-
Se
lava y ya, no creo que le pase nada
Le
sonreí un poco para tranquilizarla. Me devolvió la sonrisa y se fue.
En
el fondo me importaba que me hubiese tirado el cubata, pero no por la falda, si
no por cortarme el royo con Mikel.
Le
miré y le abracé, para darle luego un beso dulce en los labios.
-
¿Podemos
ir a casa a cambiarme? – pedí con cara de niña buena.
-
Claro
que si, tonta
Nos
dimos las manos y salimos de la discoteca lo más rápido posible.
En la casa de
verano
-
Oye,
¿luego volvemos a la discoteca? – preguntó Mikel.
-
No
se, lo que tu quieras
Aun
no habíamos entrado dentro de la casa. Nos quedamos al lado del jacuzzi.
-
Oye…
- empezó a decir Mikel – Que tal si en vez de ir… ¿nos metemos en el jacuzzi?
Le
miré sorprendida. ¿Lo decía en serio?
-
Anda,
¿Por qué no? Estaría guay
-
Pero…
¿cómo nos metemos?
-
Hombre,
supongo que sin la ropa
Reí.
-
Quiero
decir, ¿me pongo el bikini?
-
Prefiero
que sea desnudos.
Abrí
muchos los ojos. Mikel lo decía en serio, se notaba.
-
Esto…
- respondí entrecortada - ¿desnudos?
-
Claro,
más emocionante
Cogí
aire sin saber que hacer. Cerré los ojos y pensé la respuesta, la mejor opción.
Al cabo de un minuto los abrí, Mikel parecía preocupado.
- Mikel …