miércoles, 31 de julio de 2013

Capítulo 28

-          ¡Funciona! – exclamó Sergio aplaudiendo.

El jacuzzi empezó a soltar burbujas y remover el agua.

-          Que ganas de meterse… - murmuré mirándolo fijamente.
-          Bueno, tranquilidad, que hoy toca fiesta – informó Elena con alegría.

Esta, como una loca, se tiró a la espalda de Àlex y se montó en caballito.

-          ¡Estás loca, Elena!

Le susurró algo en el oído y sonrieron. Tramaban algo, se les notaba.

Nos le di importancia, aunque me moría de curiosidad. Quizás estaban de rollo… o incluso saliendo juntos.

-          Alicia, tenemos que comprar ropa para la fiesta – dijo Karen.
-          Hostias, es verdad

Miré a los chicos.

-          Luego volvemos

Les saqué la lengua y junto a mis dos amigas nos fuimos por el pueblo en busca de nuestras tiendas favoritas.

-          ¿Vamos bershka? – pedí - ¡Por favor! ¡Por favor!
-          Bueno, vale… ¡pero luego vamos a stradivarius!

Nos dirigimos a Berhska. Me encanta esa tienda, prácticamente toda mi ropa es de allí.
Miramos las camisetas sin saber cuál comprar de entre todas.

-          ¡¡Chicas!!

Elena se hallaba delante de un vestido corto de color amarillo.

-          Lo necesito…
-          Estás loca – rió Karen mirando al vestido – se te verá medio culo con esto.
-          Mejor, así se fija Àlex

La dos abrimos muchos los ojos, mirando a Elena. ¿Había dicho eso?
Ella sonrió y agarró el vestido dispuesta a comprarlo.
-          Está loca… - murmuré hacia Karen.
-          Esos dos tienen algo seguro

* * *

Por fin nos habíamos comprado la ropa para la fiesta. Estaba deseando ir ya, me mola toda estas cosas.
Al vestirme, oí como Mikel, que estaba asomado en una de las puertas, me silbaba y miraba de cuerpo entero.

Me sonrojé y bajé las escaleras, donde allí me reuní con Àlex. Fumaba en el balcón.

-          Hola – saludó sonriente - ¿Quieres uno? – me ofreció un paquete de cigarrillos.

Puse mala cara y lo aparté.

-          No gracias, no me gustan

Tampoco me gusta el olor del tabaco, pero necesitaba aire fresco para sobrevivir este día.

-          Oye Àlex… - empecé a decir no muy convencida.
-          ¿Qué pasa?
-          ¿Tu y Elena estáis saliendo?

Quedo callado, y juraría que casi se le cae el cigarrillo por mi pregunta.

-          N-no… ¿Por qué?
-          No se, parecéis tener mucha química y… lo pensé
-          Ya… bueno, no hay nada entre nosotros
-          Perdona si te he molestado, era curiosidad

Àlex sonrió y sin previo avisa me cogió en brazos.

-          ¡¡QUÉ HACES ANIMAL!!
-          ¡Me aburro!

Me llevo en brazos por toda la casa hasta que se encontró con Mikel.
Los dos se miraron y empezaron a reír solos.

-          ¡Toda tuya!

Me pasó a Mikel. Este me cogió a tiempo y me miró a los ojos, para luego darme un beso muy dulce.
-          ¡Aquí la tienes, tete!

Ahora me paso a Àlex, y este me dejó el suelo. Tambaleaba y era normal, siempre me mareo cuando me hacen estas cosas.

-          Cabrones… - murmuré poniéndome bien la falda – infantiles…

Ellos reían en silencio. Según decían, me ponía muy mona al estar enfadada.

Sin echarles caso me miré al espejo. Por suerte no me despeinaron.

-          ¡Que guapa!

Karen bajaba a todas por la escalera. Iba guapísima, ya me la veía con cinco tíos en la discoteca.
Elena bajaba detrás, no parecía con muchas energías. Que extraño…

-          ¿Estás bien? – pregunté algo preocupada.

Karen empezó a reír y Elena la fulminó con la mirada.

-          Estoy perfecta – contestó. Su voz era algo extraña.
-          ¡Le aprieta mucho el vestido! ¡Eso le pasa por comprarse uno tan pegado! – saltó Karen riendo a más no poder.

Yo también empecé a reír. Nuestra amiga nos hizo el corte de manga y se fue hacia Àlex, el cuál le recibió con una sonrisa de oreja a oreja.

-          Guapa – dijo abrazándola con ternura.
-          Tu…

Parecían una pareja de novios, son tan monos…

-          Deberíamos irnos ya – comentó Mikel mirando la hora en el móvil – llegaremos tarde a este ritmo.

Asentimos y todos fuimos saliendo, dispuestos a disfrutar de la noche.

Una hora después, ya en la fiesta

Es una de las mejores fiestas en la que he estado. Había bastante gente y nos estrujábamos a veces, todo hay que decirlo, pero por lo demás es perfecta.

Mikel y yo decidimos no beber. Los dos normalmente nunca controlamos y podríamos tener problemas, así que solo tomamos refrescos normales.

En un momento dado, pillé a Elena y Àlex besándose apasionadamente. Sonreí, los pillé en seco.
Karen, como pensé anteriormente, estaba con Sergio, y los dos cada vez estaban mucho más cerca.
Hoy, esta noche, todos hemos triunfado.

Empezó una canción con ritmo. Como es normal, Mikel se fue hacia a mi y me cogió para bailar.
Sonreímos, y como dos tontos seguíamos nuestro baile. No lo hacíamos mal, incluso se podría decir que bailábamos bien.

Me puse de espaldas hacia el. Me agarró de la cintura y nos quedamos así. Moviéndonos, sintiéndonos cerca.

-          ¡HOSTIA LO SIENTO!

Una chica sin darse me tiró un cubata encima, manchado la falda que llevaba.

-          De verdad que lo siento, si hace falta te la pago
-          Tranquila, no pasa nada…
-          Lo siento mucho
-          Se lava y ya, no creo que le pase nada

Le sonreí un poco para tranquilizarla. Me devolvió la sonrisa y se fue.
En el fondo me importaba que me hubiese tirado el cubata, pero no por la falda, si no por cortarme el royo con Mikel.

Le miré y le abracé, para darle luego un beso dulce en los labios.

-          ¿Podemos ir a casa a cambiarme? – pedí con cara de niña buena.
-          Claro que si, tonta

Nos dimos las manos y salimos de la discoteca lo más rápido posible.

En la casa de verano

-          Oye, ¿luego volvemos a la discoteca? – preguntó Mikel.
-          No se, lo que tu quieras

Aun no habíamos entrado dentro de la casa. Nos quedamos al lado del jacuzzi.

-          Oye… - empezó a decir Mikel – Que tal si en vez de ir… ¿nos metemos en el jacuzzi?

Le miré sorprendida. ¿Lo decía en serio?

-          Anda, ¿Por qué no? Estaría guay
-          Pero… ¿cómo nos metemos?
-          Hombre, supongo que sin la ropa

Reí.

-          Quiero decir, ¿me pongo el bikini?
-          Prefiero que sea desnudos.

Abrí muchos los ojos. Mikel lo decía en serio, se notaba.

-          Esto… - respondí entrecortada - ¿desnudos?
-          Claro, más emocionante

Cogí aire sin saber que hacer. Cerré los ojos y pensé la respuesta, la mejor opción. Al cabo de un minuto los abrí, Mikel parecía preocupado.


-        Mikel  

lunes, 29 de julio de 2013

Capítulo 27

Ya pasó un mes desde que Mikel y yo empezamos a salir, y la verdad es que nos iba muy bien.
Por suerte, el instituto había acabado y teníamos todo el tiempo del mundo para estar los dos juntos.

-          Alicia – dijo Mikel acariciándome la mejilla
-          ¿Qué le ocurre, señor Mikel?

Sonreímos y nos miramos a los ojos.

-          ¿Quieres venir conmigo a la casa de verano de mi tío?

Me levanté del suelo en el que estaba tumbada. Nos habíamos ido al patio de mi casa ha descansar un poco.

-          Pero no estaremos solos – Mikel se levantó a mi vez y me cogió con suavidad de las manos.
-          ¿Quiénes vendrán? – pregunté
-          Pues Àlex Monner, que por cierto no le conoces, te lo tenía que presentar, Sergio, Elena y Karen.
-          ¡¿Elena y Karen?!
-          Si, las mismas

Sonreí muerta de ilusión. Elena y Karen son dos amigas con las que perdí el contacto por culpa de la puta distancia. Justamente las dos se trasladaron por distintas ciudades del país.

-          ¿Vendrás? – preguntó de nuevo.
-          Pues claro que si

Nos abrazamos con ternura. No me podía creer que iba a pasar el verano con Mikel y nuestros amigos. Alejada de esta ciudad, y sobre todo de mi tío.

-          ¿Cuándo nos vamos?
-          Mañana
-          ¡¿Mañana?!
-          ¿No te viene bien?
-          Me viene perfecto, solamente es que me ha cogido por sorpresa.

Le besé con ternura, sin separar mis labios de los suyos. El me acariciaba la cintura y me fue acercando a su cuerpo hasta quedar totalmente pegados.

* * *

Con la ayuda de Mikel bajé las maletas por las escaleras hasta depositarlas en el maletero del coche de Àlex.
Me senté en la parte de atrás. Y la sorpresa fue enorme al encontrarlas.

-          ¡¡ELENA!! ¡¡KAREN!!

Las abracé con fuerza. Ellas me devolvieron el abrazo riendo y gritando. Joder, hacía tres años que no las veía.

Los dos chicos nos miraban sonriendo, no me había percatado de la presencia de Àlex.

-          Hola, encantada – salí un momento del coche para darle dos besos – Soy Alicia
-          Yo Àlex, encantado

Le sonreí un poco tímida.

-          Con que esta es tu novia, ¿eh pillín? – Àlex le dio un codazo a Mikel.
-          Calla que los demás no lo saben

Reí y me metí de nuevo en el coche con mis dos amigas.

A las dos horas, ya faltaba poco para llegar a la casa del tío de Mikel, pero los ánimos no bajaban en ningún momento.

-          Pues yo quiero estudiar para profesora de infantil – comentó Elena así como así.
-          A mi me gustaría artes – contestó Karen.
-          Yo no lo sé todavía… no sirvo para estas cosas – hice una mueca. En el fondo si sabía lo que quería: escritora. Pero sería muy difícil.

El coche paró y dejamos un escapar un gran: Wow
La casa del tío de Mikel es enorme, con un gran jardín. Tiene piscina… ¡Incluso jacuzzi!

Bajamos y la observamos. Me encantaba, pero más me encantaba el sobrino del dueño…

Nos miramos unos segundos. El tenía ganas de besarme, y yo ganas de besarle a el, pero no podíamos ahora.

-          ¿Cuándo llegará Sergio? – pregunté.
-          Por la tarde-noche, ahora no podía

Entramos en ella. Es increíble, como si nos hubiésemos tele transportado al paraíso.

-          Voy a meter las maletas – informó Àlex saliendo fuera.
-          ¡Yo te ayudo! – gritó Elena saliendo detrás.

Me quedé mirándoles, pero me encogí de hombros y seguí mi camino.

-          Alicia – Mikel me llamaba.

Avancé hacia a el mordiéndome el labio a propósito.

-          Tu y yo dormimos juntos – acto seguido me beso en la nariz.
-          Que miedo…
-          Te gustará

Sonreí y le di otro en la nariz. Nos provocábamos, y luego todo saldría por la noche.

Sergio, como dijo Mikel, llego por la tarde-noche. Llevábamos un día genial, y eso que solo estábamos organizando todo.  

-          ¿Mikel y Alicia en la misma cama? ¿Qué tramáis? – bromeó Karen.
-          Relaja la raja, mal pensada


Nos dimos las buenas noches. Este verano tenía pinta de ser uno de los mejores de mi vida. La cosa es, que no sabía la desagradable sorpresa que me encontraría mañana mismo…

domingo, 28 de julio de 2013

Capitulo 26

Mil preguntas asaltaron mi mente. ¿Estás preparada? ¿Es el momento? ¿No es demasiado pronto?

-          Espera… - murmuré, agarrando su mano justo cuando las empezó a bajar.
-          ¿Qué pasa? – preguntó. Se le veía excitado, al igual que yo.

Nos miramos a los ojos y el enseguida se dio cuenta de lo que pasaba.
Suspiré y le aparté un poco, poniéndome erguida en el sofá. Había estado a punto de pasar lo que más temía en estos momentos.

-          Alicia, perdona… - dijo algo nervioso – se me fue de las manos
-          Por favor… - murmuré mirándole a los ojos – Escúchame

Asintió y me acarició las manos, dándome a entender que estaba conmigo, que me escucharía.

-          Como sabrás soy virgen… y bueno, me gustaría que mi primera vez fuese contigo pero… es muy pronto no llevamos ni tres semanas juntos y… no sé si estoy preparada para hacerlo y bueno, no lo haría bien…

Miré al suelo avergonzada, nunca he hablado con nadie de esto. Ni siquiera con mis amigas.

-          Alicia…

Me abrazó por la espalda con mucho cariño. Me levantó la barbilla e hizo que le mirase.

-          Tranquila, esperaré todo lo que haga falta – sonreímos – así que no te pongas nerviosa

Nos abrazamos en silencio. Le quiero mucho a pesar de que llevemos poco tiempo juntos.

-          Por cierto – dijo sonriendo - ¿Sabrás que la guerra no ha acabado?
-          Como que…

Abrí los ojos sorprendida.

-          ¡Aléjate de mí!

Demasiado tarde, ya me tenía de nuevo en su poder, matándome a cosquillas como antes.
Como en todas las peleas de cosquillas, terminamos en besos, abrazos y caricias. Eso si, sin pasarnos.

Cerré los ojos. Mikel me pasó el brazo por la cintura y sonrió a mi vez.

-          Te quiero… - murmuró… - y mucho

Me mordí el labio y le di un beso. Uno pequeño, pero que significaba mucho en ese momento… 

sábado, 27 de julio de 2013

Capitulo 25

-          ¡No, no! ¡Para Mikel, por favor!
-          ¿Para que voy a parar?

Finalmente caí al suelo, llorando de la risa. Me retorcí en el, pataleando y dando golpes al aire.
Mikel, riendo incluso más que yo, se tumbó sobre mí y siguió haciéndome cosquillas.

-          ¡Por-Por favor! – reí, las lágrimas no me dejaban de caer - ¡me matas!
-          ¡Como te voy a matar!

Siguió con las cosquillas, le divertía verme así.
En un momento dado se distrajo, por lo que actué y le di un pequeño golpe en la cara antes de salir corriendo.

-          ¡Te vas a enterar!

Corrí lo más rápido que pude por la casa, pero como siempre, Mikel es muy rápido y me atrapa con facilidad.

Llegué al salón y no duré nada. En menos de un segundo, Mikel me tenía en brazos.
Caímos al sofá. El encima y yo debajo. Juntos, más juntos que nunca.

Me miró con picardía y sonrió, una de esas sonrisas que me mata.
Posó sus manos en mi vientre, dispuesto a hacerme de nuevo las cosquillas.

-          ¿Te las hago? – preguntó divertido.

Negué con la cabeza, sonriendo.

-          Muy bien, dame una razón para no hacerlo
-          Pues… - pensé un poco en la respuesta – si me las haces te quedas sin besos.

Empezó a reír y me miró con ternura.

-          No aguantarías ni un minuto
-          Puede aguantar dos meses si hace falta

Alzó una ceja y se encogió de hombros. Acercó su cara a la mía.
Nuestros labios se rozaron. Mordió el suyo, mirando los míos con deseo.

-          Si me besas no te lo devolveré – susurré también mirando sus labios.
-          ¿Seguro?

Sin previo aviso me empezó a besar con fuerza, con deseo.
Intenté no seguirle los besos, pero era imposible. Sin poder más se los empecé a devolver.

Buscábamos nuestros labios con fuerza, los necesitábamos.  
Mikel los separo, pero simplemente para coger aire y llevarlos a mi cuello.

Abrí la boca por el placer que me producía aquello, todo se me estaba yendo de las manos.
Mikel se quitó la camiseta y siguió besándome. Me la quitó a mi, no opuse resistencia. Disfrutaba del momento.

-          Te quiero – dijo sonriendo, dándome picos.
-          Y yo a ti

Llevó sus manos al botón de mi pantalón y lo empezó a desabrochar.
No le di importancia, puesto que yo quitaba el suyo a la vez.

Pero entonces la cosa se complicó. Mikel bajó hasta mis ingles, dando besos por hay.

Empezó a jugar con el elástico de las braguitas, dispuesto a quitarlas.

viernes, 26 de julio de 2013

Capitulo 24

-          Quedemos de nuevo, por favor
-          No
-          Si, quedemos
-          ¡No me interesas! ¡Déjame en paz!
-          Eso no te lo crees ni tu, saldrás conmigo de nuevo y…

Calló y me soltó, mirando a un punto en concreto.
Giré la cabeza y sonreí aliviada.

-          ¿Algún problema, Albert? – dijo Mikel amenazadoramente.
-          Ninguno…

Se fue. Parecía muy enfadado.

-          ¿Estás bien? – preguntó Mikel.
-          Si, tranquilo…

Le abracé y le di un beso en la mejilla.

* * *

-          ¡Os digo que no hay nada entre nosotros! – repetí cansada.
-          No nos engañas Alicia

Puse los ojos en blanco, desde que llegue a casa de Marta no paraban de interrogarme.

-          Mikel, tu, las miradas…
-          ¡Calla! – le exclamé a Erica - ¡Vale! ¡Estoy saliendo con Mikel! ¡Somos novios!

Las dos callaron. Pero el silencio duró poco, ya que se pusieron a gritar como unas locas.

-          ¡¡Lo sabía!! ¡¡Teníais que ser pareja por cojones!! – gritó Marta, la cuál se puse a darle golpes a su cama.
-          ¡¡Felicidades cariño!!

Erica me abrazó. Seguía gritando por lo que me dejo media sorda de un oído.

-          Tranquilizaos chicas – dije riendo un poco.
-           ¿Lo sabe los demás? – preguntó Marta, que parecía más calmada.
-          ¡No! Y por favor, no digáis nada…
-          Tendremos la boca cerrada – aseguraron sonriendo.

Suspiré, y al final acabé sonriendo junto a ellas.

-          ¿Y como fue? ¿Cómo empezasteis? – preguntó Erica con curiosidad.
-          Bueno, veréis…

Les conté toda la historia. Ellas escuchaban a cada palabra.
Cuando terminé estaban alucinadas, pero parecían contentas que estuviésemos juntos.

-          Y no queremos que lo sepa los demás porque… bueno, su mundo es diferente al mío, y me da miedo la reacción de sus fans
-          Tranquila, vosotros decirlo cuando creáis que es el momento

Asentí y miré al suelo. Por primera vez en muchos meses era feliz.

-          ¿Lo habéis hecho? – saltó Marta.
-          ¡Tía!
-          ¿Qué? Sois parejas
-          Ya… pero no llevamos ni dos semanas, deja que pase un poco de tiempo
-          También tienes razón… pero eso si, ¿se lo has dejado claro a Mikel?
-          Lo que
-          Pues que quieres esperar para hacerlo
-          Si, no, bueno… ¡No lo sé! El primer día estuvimos bromeando sobre eso en mi casa… pero no se…
-          Se lo deberéis dejar claro, para que tengáis problemas – saltó Erica – el no es virgen y puede meter la pata.
-          De acuerdo, cuando le vea se lo comentaré todo.

Sonreímos. Ellas estaban contentas por mí, se notaba. En el fondo, siempre quisieron que Mikel y yo tuviésemos algo.