Perdón por la tardanza en subir capítulo! tenía apagada la imaginación y no sabía que poner... pero ya lo tengo todo pensado ;). ¡Disfrutad!
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-
¿Quién
soy?
Sonreí
y le aparté las manos de mis ojos. El también sonrió y se me plantó delante de
mi con una expresión divertida en la cara.
-
¿Qué
te ocurre Albert? – pregunté al verle de esa manera.
-
Supongo
que a ti te gusta ‘’Terapia de shock’’ ¿No?
-
¿Bromeas?
¡Es mi grupo favorito!
De
repente empezó a rebuscar en su maleta hasta dar con su cartera, la cuál la
abrió y sacó de hay dos tarjetas.
Me
entregó una con una risa tonta, pensando en que pasaría luego.
Como
es de esperar, grité tan alto que todos los alumnos del instituto se asustaron.
Albert
me agarró justo a tiempo, ya que casi ni se dio cuenta de que me acababa de
lanzar a el.
-
¡¿Pero
como...?
-
Me
acordé de ti y pensé ¿Por qué no?
-
¡Eres
el mejor!
-
Pero
debes ir conmigo al concierto
-
¡Eso
esta claro!
Nos
abrazamos, una especie de felicidad se apoderó de mí. Y es normal, terapia de
shock y es mi grupo favorito desde hace años.
Lo
mejor es que es hoy, ni mañana ni dentro de dos días, hoy, por lo que no
tendría que esperar mucho.
Las
clases como siempre se pasaron aburridas, y más lentas por culpas de los
nervios.
El
timbre toco y todos los alumnos recogieron los materiales a toda prisa, pero la
más rápida fui yo, que en menos de cinco segundos ya estaba saliendo por la
puerta.
-
¡Alicia,
espera!
Reconocí
la voz y un extraño impulso me hizo parar al momento.
Le
noté detrás de mí, pero no hizo nada.
Todos
los alumnos se fueron, dejándonos solos en el pasillo.
Ahora
si, me abrazo dulcemente por la cintura y acercó su boca a mi oído.
-
Me
he enterado de que vas al concierto de Terapia de shock con Albert… ¿es cierto?
Asentí
sin expresión alguna en la cara.
Apreté
con un poco de fuera la cintura, pero sin hacerme daño, solo para aproximarme más
a el.
-
¿Y
no prefieres ir conmigo?
Se
hizo un silencio, acompañado de una respuesta mental, una respuesta silenciosa
en mi cabeza: SI.
-
No…
- susurré, contradiciendo mis pensamientos.
Aun
no se separó, solo rió un poco.
-
¿Prefieres
ir con un gilipollas, antes que conmigo?
-
Si
fuera contigo, también iría con uno…
Esta
vez se separó muy molesto.
-
Haz
lo que te de la gana, pero vamos, no entiendo tus cambios de humor
Salió
a toda mecha por el pasillo, dejándome sola.
-
Yo
tampoco entiendo tus cambios… - murmuré
5 horas después
Falta
una hora para el concierto y más nerviosa no podía estar.
Me
repasé una última vez en el espejo. Supongo que voy bien.
Unos
pantalones cortos y una camiseta negra algo gótica.
En
cuanto al peinado, lo mismo de siempre, el pelo liso suelto.
Miré
la hora, sin darme cuenta ya habían pasado veinte minutos y Albert seguía sin
aparecer.
Justo
cuando iba a llamarle tocaron el timbre.
Suspiré
con impaciencia y bajé las escaleras de tres en tres.
Abrí
y como no, era Albert que me esperaba con una amplia sonrisa.
-
¿Vamos?
-
Ya
te vale… has tardado mucho
-
Perdona,
quería ponerme guapo para ti
Me
sonrojé un poco, y me acerqué a su coche.
Por
si no lo había comentado, Albert tiene 18 años y se sacó el carné hace muy
poco.
Entré
en el coche tras el y muy nerviosa cerré la puerta. Hoy sería una gran noche.
10 minutos
después
-
¡¡Vamos,
vamos!! – grité a Albert entusiasmada.
Le
agarré de la mano de una forma que para nada pensarían que fuéramos pareja
(cosa que es cierta, ya que no lo somos) e hice que avanzara entre todo el público.
Llegamos
justo a tiempo, ya que el grupo estaba subiendo al escenario.
-
Alicia,
voy a por bebidas ¿Qué te traigo?
-
Un
cubata si puedes
Albert
se fue y me quedé sola, con una cara de embobada que no se me quitaba.
Al
poco llegó Albert con las bebidas. Le sonreí agradecida y di el primer sorbo de
la noche.
Hoy
solo bebería este cubata, no tenía ganas de emborracharme y hacer el ridículo.
-
¡Toma
ya! ¡La realitat!
Esa
era la primera canción que empezaron a tocar. ¡Me encanta esa canción!
El
cubata lo terminé enseguida, y como había quedado, sería el único que me
tomara.
El
tiempo se fue volando, hasta que llegó el momento de la canción que todos estábamos
esperando. Sense tu.
Albert
y yo nos miramos. Sonreímos y nos acercamos.
Empezamos
a bailar con lentitud. Posé mis brazos por su cuello y el por mi cintura.
Nos
mirábamos directamente a los ojos, pero en una vuelta no pude evitar fijar mis
ojos en otro objetivo.
Mikel
estaba allí, con otra chica, y no bailando precisamente.
Se
morreaban como si no hubiese un mañana, y Mikel parecía disfrutar, ya que sus
manos la tocaban por todos lados.
La
chica mejor ni mencionarla, porque un poco más puta y no nace.
Sin
saber porque, me puse rabiosa, y sobre todo celosa.
-
Alicia
¿Estás aquí?
Albert
me devolvió a la realidad. Sonreí y sin pensarlo me abalancé a sus labios.
No
sentía nada al besarle, pero ¿Y qué? No pienso quedarme atrás.
Besa
bien, hay que admitirlo. Aun así tiene una forma de besar algo fría.
El
resto de la canción nos la pasamos así, entre besos.
A
la hora terminó el concierto. Me lo pasé bien, aunque el resto de el lo pasará
con Albert ‘’sobándome’’. Desde que le besé en Sense tu no me ha querido dejar
sola ni un momento.
-
Alicia,
¿Nos vamos ya? – dijo sacando las llaves del bolsillo.
-
Si,
claro
Cuando
le iba a seguir, me encontré lo peor que podría haber visto.
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