lunes, 17 de junio de 2013

Capítulo 13

-          Eh… si claro

Al terminar, me cogió con suavidad de la mano y me llevó lejos de la cafetería a dar una vuelta.

-          ¿Puedes explicarme bien lo que ocurrió ayer?
-          Pues…

Le conté toda la historia, desde la broma telefónica hasta cuando le eché agua.

-          Soy un imbecil… - dijo dándose un golpe en la cabeza.
-          Lo eres, pero más lo soy yo por aceptar la broma…
-          Tu tranquila, no tienes nada de que preocuparte…
-          Gracias Mikel…

Nos sonreímos, mirándonos a los ojos.

-          Bueno, si que te tienes de que preocupar
-          ¿De que?
-          Me voy a vengar por haberle tirado agua a mi precioso pelo

Arqueé una ceja con expresión divertida.

-          Corre… ¡pero ya!

Sin perder más tiempo empecé a correr por toda la calle.
Mikel iba detrás de mí, alcanzándome con facilidad.
Al poco me cogió y me abrazó con fuerza por la espalda.

-          ¡Estás loco!
-          Lo se, y muy orgulloso estoy

Le miré unos momentos. El sonreía como atontado, y sin poderlo evitar hice lo mismo.

-          ¿Y nosotros dos no nos llevábamos mal? – dije riendo.
-          Somos muy… especiales

Saqué la lengua y reí.
El rodeó sus brazos por mi cintura y me hizo girar, quedándonos cara a cara y nuestras bocas a solo dos centímetros.
Tenía ganas de besarle, tantas que me sorprendí hasta yo.
Pero no podía pasar, al menos por ahora no.

Justo cuando el iba a dar el primer paso, le aparte con un pequeño empujón, provocando que le diese un beso al aire.
Confundido, me miró sin saber muy bien que había pasado.

-          Que tonto eres… - bromeé sonriendo un poco, algo incomoda.

Me devolvió la sonrisa, un poco molesto.

-          Tengo que… irme, se me hace tarde – dije nerviosa – ya nos veremos en el instituto.
-          Si, bueno…

Y sin nada más le di la espalda, algo confundida respecto a mis sentimientos.


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