jueves, 30 de mayo de 2013

capítulo 10

[Este capítulo es un poco ''fuerte'', perdón si no os gusta]

-          ¡Tengo el vodka! – anunció Erica elevando la botella lo más alto posible.
-          ¡Esa es mi niña! – exclamé aplaudiendo.
-          ¡Ole Erica! ¡Ole! – Marta no quería quedarse atrás.
-          ¡Viva la competencia de peloteo! – bromeó Teresa, haciendo reír a las demás chicas.

Erica, Marta, Teresa, Gema y Rebeca habíamos quedado en mi casa por la noche para hacer una ‘’fiesta’’ de amigas.
Mi tío no iba a estar en casa por la noche, lo que significaba que la íbamos a desmadrar de lo lindo.

-          ¡Bajo a la cocina a por mal alcohol! – anuncié levantándome de la cama.
-          ¡Así me gusta! – exclamó Gema.

Bajé las escaleras de dos en dos hasta llegar a la cocina y sacar de un armario dos botellas de whisky, cinco cervezas, una botella de cubata, un malivu y cinco vasitos pequeños para los chupitos.
 Puse todo en una bolsa y subí arriba con prisas.

-          ¡Joder, Alicia! ¡La cogorza que nos vamos a coger! – dijo Teresa sacando todas las botellas.
-           ¡Hay que empezar con los chupitos eh!  - exclamó Rebeca cogiendo un vasito y alzándolo.
-          ¡¿A que empezamos?!

Todas cogimos los vasitos y nos echamos el vodka.

-          A la de una, a la de dos y a la de… ¡Tres!

A la vez nos tragamos la bebida. La garganta me empezó a arder con fuerza, entrándome mucho calor, al igual que las demás.
Resoplé y empecé a reír.

-          ¡Quiero un whisky! –salté, cogiendo la botella y vertiendo la bebida en unos vasos grandes que cogimos antes.
-          ¡Mira esa Alicia, queriéndose emborrachar!

Le di un trago, y después de este otro y otro, sin parar.

-          ¿Cómo vais con los chicos? – preguntó Gema poniéndose un cubata.
-          De rollos – contestó Erica
-          Muy bien con el novio – respondió Teresa
-          Ahora mismo paso de tíos, en serio – dijo Rebeca
-          ¡Casi tengo a Jhonny a mis pies! – informó Marta sonriendo.
-          Para mi los tíos son como los tampones, de usar y tirar

Todas me miraron sorprendidas y al momento empezaron reír.

-          ¡¡La frase la he sacado de mi propia imaginación!! – exclamé orgullosa.
-          Eres de lo que no hay… - dijo Rebeca riendo aún.
-          Es que es verdad, por un tiempo seré como esta guarra – señalé a Erica, la cuál luego me tiró una almohada – iré de rollos y nada más.
-          Hasta que venga Mikel y te enamoré con su sonrisa – dijo Marta guiñándome un ojo.

Todas, menos yo, empezaron a reír dándole la razón a Marta.

-          No quiero saber nada de Mikel
-          ¡Ya os lleváis mejor que antes!

Me encogí de hombros. Solo llevábamos una racha buena, nada más.

-          ¿Jugamos a reto o verdad? – propuso Teresa ilusionada.
-          ¡¡Venga, venga!!

Las cinco nos pusimos en círculos.
Cogimos una botella de cerveza vacía y la pusimos en medio de nosotras.

-          ¡Empiezo yo! – informó Rebeca.

La chica hizo girar la botella. Al final, señaló a Erica.

-          ¿Reto o verdad?
-          Verdad

Todas miramos muy atentas.

-          ¿Alguna vez lo has hecho con un tío en un descampado?

Erica se quedó callada unos instantes. Luego sonrió y asintió un poco avergonzada.

-          ¡No jodas! – exclamó Gema alucinando - ¡Eres la puta ama!
-          Si, ya, pero es una mierda en el descampado – dijo haciendo una mueca y frotándose la espalda.
-          ¡Me toca!

Teresa hizo girar la botella hasta apuntarme a mi.

-          ¿Reto o verdad?
-          Verdad
-          ¿Cuándo piensas perder la virginidad?

La mira sorprendida por la pregunta. Soy la única virgen del grupo, eso está claro.

-          Cuando encuentre a alguien con quien valga la pena
-          ¡Pero piérdela ya! – dijo Marta - ¡Tienes 16 años!
-          ¿Y? ¡Aun tengo tiempo, joder!
-          Dejadla chicas, tiene razón, debe perderla con alguien importante – me defendió Rebeca.

Le sonreí agradecida.
Giré la botella, señalando a Gema.

-          Gema, Gemita, Gema… ¿Reto o verdad?
-          Reto

Me pensé el reto, hasta por fin dar en el clavo.

-          Sal a la calle y quítate la camiseta mientras gritas ‘’¡Socorro, unos mapaches me van a comer las tetas!’’.

Todas empezaron a reír.

-          ¡Y una mierda!
-          Pues nos tienes que dar cincuenta euros a cada una! ¡Es la regla del juego!
-          ¡Venga ya…!

Gema resopló, no se podía permitir perder todo ese dinero.
Se levantó del suelo y salió por la puerta, seguida por todas las amigas.
Quitándose la camiseta, salió a la calle gritando exactamente lo que dije.
Muchos coches que pasaban por allí le pitaban cuando la veían.
Avergonzada, entró dentro de la casa y me lanzó una mirada asesina.

-          Como me toques me voy a vengar de lo lindo…

Le saqué la lengua divertida.

……….

Las horas pasaron y aun seguíamos jugando, solamente que más borrachas que antes.
Gema giró la botella y por mala suerte me toco a mí.
-          ¿Reto o verdad?
-          Me arriesgo, reto


Gema sonrió con maldad. Me pasó el móvil y me lo puso entre las piernas.

sábado, 25 de mayo de 2013

Capitulo 9


Giré la moto hacia la derecha con brusquedad, cayendo al suelo con fuerzas y la moto a unos centímetros de mi cabeza.

-          ¡Eh, eh!

Mikel se arrodillo a mi lado asustado.
Me incorporé al segundo e hice como si no hubiera pasado nada.

-          Perdí… el control… solo eso

Me faltaba aliento por la caída y el susto.

-          ¿Eres tonta? ¡¿Qué haces sin casco?! ¡Ni siquiera tienes carné!
-          Estaba… aprendiendo…
-          ¡Te podrías haber matado!
-          Pero no lo he hecho, así que…

Me dirigí a la moto pero un dolor en el tobillo me hizo sentarme en el suelo.
Otra vez, Mikel se arrodillo junto a mí con preocupación.

-          ¿Qué ocurre?
-          Nada, el tobillo que me duele…

El chico me observo el tobillo, y con mucho cuidado, lo palpó un poco.
Solté un leve gemido, poniéndome un poco roja.

-          ¿Te duele hay?
-          Si, un poco…
-          Tendrás seguramente un esguince
-          Joder…

Mikel me sonrió y me cogió en brazos.

-          ¡¿Qué haces?!
-          Otra vez cogiéndote en brazos. No te acostumbres, ¿eh?
-          Dios mío…

Rió y me dio un beso en la frente.

-          Tengo que devolverle la moto a Jhonny – dije antes de que me sacara del lugar.
-          Lo se, he reconocido la moto. Cuando caíste le mandé un whatsapp, ahora vendrá a por ella.
-          Qué rápido eres cabrón…

Me sacó la lengua juguetón y me sacó del descampado.

-          ¿Y ahora como se supone que me llevarás a mi casa?
-          Pues en mi moto, solamente que la llevo YO

Resaltó la última palabra con mucha exageración.
Su moto estaba aparcada allí, junto a otras dos.
Sacó del maletero de la moto dos cascos y me dio uno.
Se sentó delante y, como es lógico, yo detrás, agarrándome a el lo mejor que podía.
Por en medio del camino, sin darme cuenta, apoyé mi cabeza en su espalda con cariño.

-          Ya hemos llegado

Abrí los ojos y me percaté de que ya estaba en mi casa.
Mikel me miraba con dulzura, sonrojándome un poco demasiado.
Me levanté de la moto y me mordí el labio al poner el pie en el suelo.

-          ¿Quieres que te lleve dentro?

Me guiñó el ojo con una sonrisa traviesa.
Reí y negué con la cabeza.

-          Al menos dame mi premio, ¿No?

Arqueé una ceja.

-          ¿Qué premio?

Se llevó el dedo a la mejilla, refiriéndose a un beso.
Sonreí y acerqué mi cara.
Pero en el último momento volteó la cabeza, haciendo que nuestros labios se encontrasen.
Me separé de él alucinando.

-          ¿Qué haces?
-          Recoger mi premio – bromeó.
-          Idiota…

Le di la espalda, y cojeando entré en mi casa.

Cuando cerré la puerta, sin saber porque, no pude evitar sonreír y acariciarme los labios, embobada, así sin más.

lunes, 20 de mayo de 2013

Vídeo Polseres Vermelles

Hoooooola!;P
Vengo a publicar otro nuevo vídeo echo por mi (Si, me aburro mucho xD)
Trata de todos los pulseras!:) Aquí el link:

Capitulo 8



Increíblemente, le estaba haciendo caso a Mikel y ahora comía un poco más que antes. Este chico cuando quiero es un cielo.
Me cepillé el pelo y me lo dejé suelto con el flequillo cogido hacia atrás por unas horquillas.
Había quedado con unos amigos de la calle para aprender a manejar la moto. Según ellos, tener 16 años y no haber cogido nunca una moto es ‘’No haber tenido infancia’’.
Me subí la cremallera de la sudadera negra y me bajé las escaleras en silencio.
Mi tío estaba durmiendo y cada vez que se despertaba por algún ruido, aunque no lo hubiera hecho yo, lo pagaba conmigo.
El día estaba muy bueno, y no hacía ni frío ni calor.
Los pájaros cantaban alegremente y no pasaba ningún coche por la zona.
Anduve por la calle desierta, escuchando por el iPod la canción ‘’I miss the misery’’ de Halestorm.
Mis amigos esperaban en un descampado donde allí podría coger la moto con tranquilidad, sin el miedo de atropellar a nadie.
Llegué en 10 minutos.
Allí estaban todos, Ricky, Jhonny, Sara y Paco.

-          ¡Ei! – saludé con voz fuerte.

Los otros me saludaron sonrientes.

-          ¡Hola guapa! – saludó Ricky, dándome dos besos.

Jhonny le empujó y se puso delante de mí.

-          ¡Pequeñita!

Me abrazó durante 7 largos segundos. Fue Paco el que le empujo, solo que estaba ya venía directo a los labios.
Le di un empujón disimuladamente y le un abracé.
Sabía que estos tres iban de broma, pero por si acaso… ¡La boca donde la pueda ver!.
Miré a Sara pidiendo ayuda con la mirada. Esta rió y me alejo de aquellos tres.

-          Tranquila, que conmigo estás segura – me dijo guiñándome un ojo.

Le sonreí agradecida.

-          Bueno Alicia, ¿Preparada para atropellar a gatos y viejas? – bromeó Ricky.
-          ¡Pues claro! ¡Y la primera victima serás tu!

Le guiñé un ojo y me dirigí a la moto que habían traído.
Me senté y agarré el manillar con fuerza. La llave ya estaba puesta.
Jhonny, que es el que más sabe de motos, se acercó y se puso a mi lado.

-          Muy bien Alicia… pon una mano en el manillar y otra en la parte trasera

Obediente, hice lo que me indicó.

-          Ahora déjate impulsar un poco…

La moto empezó a moverse en línea recta, con lentitud, pero empezó a moverse.

-          Las curvas las debes coger con suavidad – exclamó Paco al verme tan ilusionada.
-          ¡Eso tía!

Reí y les saqué la lengua.
De nuevo, me impulsé y esta vez salí a toda la velocidad por el descampado, dejando a todos con la boca abierta.
No lo hago nada mal, se podría decir que no es la primera vez que cojo una moto, algo que no es cierto.
Di cientos de vuelta, la siguiente con mayor velocidad y con menos precaución.

-          Alicia, ten cuidado no te vayas a matar – dijo Jhonny realmente preocupado.
-          ¡Tranquilo, estoy de puta madre! – grité, soltando una mano del manillar y elevándola hacia el cielo.

Me salí un momento del descampado.
Es peligroso, ya que no tengo carnet ni llevo casco. Pero… hay que vivir la vida, ¿No? ¡Carpe diem!
Crucé una curva con suavidad y me metí de nuevo en el descampado.
Miré hacia atrás sonriendo.

-          ¡Alicia cuidado!

Miré al frente y me encontré con Mikel ha unos metros de mi.

-          ¡Hostia, Mikel!

jueves, 16 de mayo de 2013

Capitulo 7


-          Alicia… ¿Has comido?

Negué sin mirarle.

-          Normal que te marearas… deberías comer algo
-          No tengo ganas – contesté con el tono seco.
-          Si, claro… Alicia, no estás gorda.

Le miré sorprendida.

-          Escúchame, NO ES-TAS GOR-DA

Le desvié de nuevo la mirada.
-          Yo me veo un poco…
-          Pues no lo estas, créeme.

Sonreí con debilidad.
Sentí como sus labios entraban en contacto con mi mejilla.
De mi mejilla paso al cuello, haciendo que escalofrío me recorriera todo el cuerpo.
No opuse resistencia, aun estaba un poco mareada y no tenía fuerzas.
Mikel seguía dándome besos en el cuello, cada uno con más ganas. Pero, raramente, no se dirigía en ningún momento a los labios.

-          ¿Alicia?

Se apartó de mí para ver quien dijo mi nombre.

-          ¡Hola Albert! – saludé, sonriendo un poco.

<<Salvada por los pelos…>> pensé, al darme cuenta de que Mikel se había separado de mi con mala gana.

Albert se acerco a nosotros.

-          ¿Qué hacéis aquí? – preguntó mirándonos a los dos.
-          Me he mareado un poco… - contesté, intentando quitarle importancia al asunto.
-          ¿Ya estás mejor?
-          Si, gracias.

Albert miró a Mikel.

-          Mikel, yo me quedo con Alicia, tengo hora libre, tu puedes irte a tu clase.

Mikel abrió la boca para protestar, pero antes de que dijera nada, le corté.

-          Hazle caso y vete. No pierdas tiempo.

Mikel me lanzó una mirada extraña y se fue refunfuñando.
Albert me sonrió y se sentó a mi lado.

-          Que asco de tío… - murmuró fulminándolo con la mirada.

No contesté. Me llevé la mano al cuello, justo donde me había estado besando.

Mientras en el patio.

-          ¿Y Alicia?
-          Albert se ha quedado con ella…

Mikel se dirigió a sus amigos, los cuales, habían dejado el baloncesto para jugar al fútbol.

-          ¿No ha pasado nada entre vosotros? – preguntó Sergio pasándole el balón.
-          Solo le he besado el cuello, pero le podría haber besado en la boca.
-          ¡Joder, tío! ¡Pues lo hubieras hecho!

Mikel rió.

-          Sergio, yo quiero acostarme con ella. Con un beso ahora sería peor y me evitaría más.

Su amigo no contestó, el tenía razón.
Mikel siguió jugando al fútbol, convencido de que entre el y yo pasaría algo.

lunes, 13 de mayo de 2013

Capitulo 6


Capitulo 3

-          ¡Que frío! – gimió Teresa tras salir junto a los demás al patio.
-          ¡Quejica! – se burló Jhon - ¡Pero si hace calor!
-          ¡Tu que estás muy caliente! – dije riendo mientras le daba un codazo a Cristina.

Todos rieron mi gracia, incluso Jhon, aunque se puso algo rojo.

-          Profesor, ¿No podemos hacer educación física en el gimnasio? – pidió Silvia, tiritando exageradamente.
-          Lo siento chicos, pero el gimnasio esta ocupado por los niños de segundo de la ESO.

Insultos bastantes ofensivos a los de segundo.

-          ¡Venga vamos, correr durante 10 minutos! ¡Hoy haremos baloncesto!.

Todos empezamos a correr sin ganas. Los chicos estaban más animados, pero las chicas no teníamos ganas de baloncesto.
Me puse a correr junto a Marta, Erika y Teresa.
Mikel pasó por mi lado y me guiñó un ojo. Le ignoré y volví a centrarme en la conversación que teníamos.

-          ¡Muy bien! ¡Haced equipos de 4 y a jugar!

Hice el equipo con las mismas.
Rugido en el estomago. Hace dos días que no como, y en todo caso, un pequeño sándwich ayer para almorzar.
Empezamos el partido.
Pases, corridos, más pases, correr y más rugidos de estomago. Y por último, mareo.

<<Joder… que asco de mareo…>>
Me quedé quieta en el sitio y me llevé las manos a la cara. Más mareo.
Caí al suelo y me quedé boca arriba.

-          ¡Alicia! ¡Alicia!

Muchas personas fueron corriendo hacia mí, pero solo distinguí una voz entre todas.

-          ¡Ei Alicia! ¡reacciona!

La voz de Mikel parecía nerviosa.
Abrí los ojos y me sobresalte al verle tan solo a centímetros de mi cara.
-          Estoy… bien.

Mikel se apartó y me incorporé en suelo, aun con mareo.

-          Alicia, ¿Estas bien? – preguntó el profesor que acababa de llegar.
-          Si… solo es un mareo…
-          ¿La llevo dentro del instituto a que descanse un poco? – sugirió Mikel.

Le miré con gesto desafiante. ¿El? ¿Llevarme a mí? ¡No!

-          No hace falta  – dije con voz fría.
-          Buena idea Mikel, cuando ya este recuperada volvéis – contestó el profesor sin hacerme caso.

Sin perder más tiempo, me cogió en brazos.

-          ¡Suéltame imbécil! – grité pataleando el aire.

Muchos chicos empezaron a silbar mientras que algunas chicas me lanzaban miradas envidiosas.

-          ¡Déjame, Mikel!

Me ignoro y entró dentro del instituto. Me dejó en un banco.
Bufé y le giré la cara enfadada.

-          ¡No te enfades mujer! – dijo riendo.

Le solté un gruñido.
Mikel rió en silencio y miró al frente, preguntándose en serio que me había ocurrido.
Rugido de barriga. Ya tenía la respuesta...