-
¡Tengo
el vodka! – anunció Erica elevando la botella lo más alto posible.
-
¡Esa
es mi niña! – exclamé aplaudiendo.
-
¡Ole
Erica! ¡Ole! – Marta no quería quedarse atrás.
-
¡Viva
la competencia de peloteo! – bromeó Teresa, haciendo reír a las demás chicas.
Erica,
Marta, Teresa, Gema y Rebeca habíamos quedado en mi casa por la noche para
hacer una ‘’fiesta’’ de amigas.
Mi
tío no iba a estar en casa por la noche, lo que significaba que la íbamos a
desmadrar de lo lindo.
-
¡Bajo
a la cocina a por mal alcohol! – anuncié levantándome de la cama.
-
¡Así
me gusta! – exclamó Gema.
Bajé
las escaleras de dos en dos hasta llegar a la cocina y sacar de un armario dos
botellas de whisky, cinco cervezas, una botella de cubata, un malivu y cinco
vasitos pequeños para los chupitos.
Puse todo en una bolsa y subí arriba con
prisas.
-
¡Joder,
Alicia! ¡La cogorza que nos vamos a coger! – dijo Teresa sacando todas las
botellas.
-
¡Hay que empezar con los chupitos eh! - exclamó Rebeca cogiendo un vasito y
alzándolo.
-
¡¿A
que empezamos?!
Todas
cogimos los vasitos y nos echamos el vodka.
-
A
la de una, a la de dos y a la de… ¡Tres!
A
la vez nos tragamos la bebida. La garganta me empezó a arder con fuerza,
entrándome mucho calor, al igual que las demás.
Resoplé
y empecé a reír.
-
¡Quiero
un whisky! –salté, cogiendo la botella y vertiendo la bebida en unos vasos
grandes que cogimos antes.
-
¡Mira
esa Alicia, queriéndose emborrachar!
Le
di un trago, y después de este otro y otro, sin parar.
-
¿Cómo
vais con los chicos? – preguntó Gema poniéndose un cubata.
-
De
rollos – contestó Erica
-
Muy
bien con el novio – respondió Teresa
-
Ahora
mismo paso de tíos, en serio – dijo Rebeca
-
¡Casi
tengo a Jhonny a mis pies! – informó Marta sonriendo.
-
Para
mi los tíos son como los tampones, de usar y tirar
Todas
me miraron sorprendidas y al momento empezaron reír.
-
¡¡La
frase la he sacado de mi propia imaginación!! – exclamé orgullosa.
-
Eres
de lo que no hay… - dijo Rebeca riendo aún.
-
Es
que es verdad, por un tiempo seré como esta guarra – señalé a Erica, la cuál
luego me tiró una almohada – iré de rollos y nada más.
-
Hasta
que venga Mikel y te enamoré con su sonrisa – dijo Marta guiñándome un ojo.
Todas,
menos yo, empezaron a reír dándole la razón a Marta.
-
No
quiero saber nada de Mikel
-
¡Ya
os lleváis mejor que antes!
Me
encogí de hombros. Solo llevábamos una racha buena, nada más.
-
¿Jugamos
a reto o verdad? – propuso Teresa ilusionada.
-
¡¡Venga,
venga!!
Las
cinco nos pusimos en círculos.
Cogimos
una botella de cerveza vacía y la pusimos en medio de nosotras.
-
¡Empiezo
yo! – informó Rebeca.
La
chica hizo girar la botella. Al final, señaló a Erica.
-
¿Reto
o verdad?
-
Verdad
Todas
miramos muy atentas.
-
¿Alguna
vez lo has hecho con un tío en un descampado?
Erica
se quedó callada unos instantes. Luego sonrió y asintió un poco avergonzada.
-
¡No
jodas! – exclamó Gema alucinando - ¡Eres la puta ama!
-
Si,
ya, pero es una mierda en el descampado – dijo haciendo una mueca y frotándose
la espalda.
-
¡Me
toca!
Teresa
hizo girar la botella hasta apuntarme a mi.
-
¿Reto
o verdad?
-
Verdad
-
¿Cuándo
piensas perder la virginidad?
La
mira sorprendida por la pregunta. Soy la única virgen del grupo, eso está
claro.
-
Cuando
encuentre a alguien con quien valga la pena
-
¡Pero
piérdela ya! – dijo Marta - ¡Tienes 16 años!
-
¿Y?
¡Aun tengo tiempo, joder!
-
Dejadla
chicas, tiene razón, debe perderla con alguien importante – me defendió Rebeca.
Le
sonreí agradecida.
Giré
la botella, señalando a Gema.
-
Gema,
Gemita, Gema… ¿Reto o verdad?
-
Reto
Me
pensé el reto, hasta por fin dar en el clavo.
-
Sal
a la calle y quítate la camiseta mientras gritas ‘’¡Socorro, unos mapaches me
van a comer las tetas!’’.
Todas
empezaron a reír.
-
¡Y
una mierda!
-
Pues
nos tienes que dar cincuenta euros a cada una! ¡Es la regla del juego!
-
¡Venga
ya…!
Gema
resopló, no se podía permitir perder todo ese dinero.
Se
levantó del suelo y salió por la puerta, seguida por todas las amigas.
Quitándose
la camiseta, salió a la calle gritando exactamente lo que dije.
Muchos
coches que pasaban por allí le pitaban cuando la veían.
Avergonzada,
entró dentro de la casa y me lanzó una mirada asesina.
-
Como
me toques me voy a vengar de lo lindo…
Le
saqué la lengua divertida.
……….
Las
horas pasaron y aun seguíamos jugando, solamente que más borrachas que antes.
Gema
giró la botella y por mala suerte me toco a mí.
-
¿Reto
o verdad?
-
Me
arriesgo, reto
Gema
sonrió con maldad. Me pasó el móvil y me lo puso entre las piernas.